Europako Batzordeak 2021-2027 aldirako aurkeztutako Urte anitzetako Finantz Markoak NPBren %5eko beherapena jasotzen du eta nekazariek jasotzen dituzten laguntza zuzenen atalerako, %4eko jeitsiera eta proposamen hau guztiz onartezinatzat jotzen du ENBA nekazal elkarteak.
ENBAren ustean, nekazarien dirusarrerak beste gainuntzeko sektore ekonomikoekin alderatuta dexente baxuagoak direnean ulergaitzak dira horrelako proposamenak, are gehiago, NPBren lehentasunen artean gazteak erakartzea dela esaten denean.
ENBAren esanetan, Brexiten ondorioak ezin dira baserritarren bizkarrean kargatu eta honenbestez, ezinbestekoa jotzen du, Europako poltsa amankomunerako estatuen aportazioak gehitzea, egungo %1,03tik %1,3raino eta ez, aurreikuspen hauek jasotzen duten %1,14rakin konformatuz, are gehiago, modu nabarmenean gertau denean, Nekazal aurrekontuari egindako mozketa beste helburuak (etorkinak, defentsa,…) arretatzeko dela.
ENBA considera inaceptables las medidas propuestas por la Comisión Europea para el próximo Marco Financiero Plurianual que implican un recorte del 5 % de cara al próximo presupuesto de la PAC y otro recorte del 4 % en pagos directos. Por si fuera poco, el cálculo de estos presupuestos de la futura PAC, se ha hecho mediante precios corrientes, lo que resulta engañoso puesto que no tiene en cuenta la inflación, variable esta fundamental a la hora de calcular presupuestos para desarrollar políticas.
Desde ENBA no entendemos como en un momento en que la renta agrícola se sitúa muy por debajo de la media del resto de los sectores económicos, la Comisión Europea (CE) propone una bajada del 4 % de los pagos directos. Se trata de un auténtico despropósito, máxime si se quiere hacer atractiva la incorporación de jóvenes al sector agrario.
Con este injustificado recorte propuesto por los servicios de la CE queda en entredicho que se puedan alcanzar los retos a los que se enfrenta la agricultura europea en la actualidad, como son producir más con menos; respetar el medio ambiente; fijar y generar empleo; y desarrollar las zonas rurales más desfavorecidas. Europa está en un momento de liderazgo en los compromisos medioambientales, como vimos tras la firma de la COP21, y esta bajada de presupuesto podría suponer una desaparición de la ambición mostrada para conseguir una agricultura más sostenible. Además, retos como la seguridad alimentaria –para no depender de Terceros Países-; la lucha contra el despoblamiento rural o los objetivos de las Naciones Unidas para conseguir un Desarrollo Sostenible también quedan en cuarentena.
En opinión de ENBA, la Comisión Europea no puede cargar sobre las espaldas de los agricultores el coste de la salida del Reino Unido (Brexit) de la UE. Por tanto, demandamos que se aumenten las aportaciones de los EEMM al presupuesto comunitario hasta el 1,3% del Producto Nacional Bruto, tal y como demanda el conjunto del sector y el propio Parlamento Europeo. Si los EEMM consideran que con un aumento hasta el 1,114 será suficiente para dotar de presupuesto a las políticas clásicas (PAC y Cohesión) y que además habrá para las nuevas (migración, control de fronteras, defensa, Erasmus +…) están muy equivocados. Con este aumento tan insuficiente es imposible responder a los retos a los que se enfrentan los 27.
En cuanto al recorte que también sufrirá el Segundo Pilar de la PAC (Desarrollo Rural) las estimaciones que circulan podrían llegar a la injustificable cifra del 15 %. Algo también injustificable, puesto que esta partida sirve para dar una dinamización a las zonas rurales y permiten recoger las especificidades que tienen las regiones.
En cualquier caso, no podemos olvidar que se trata de una propuesta legislativa presentada por la CE y que tendrá que buscar el consenso tanto con el Consejo como con el Parlamento Europeo. Sin el consentimiento de ambos órganos co-legisladores esta propuesta no será viable. Por último, animamos al conjunto de los responsables políticos a que intensifiquen las relaciones y reacciones ante la CE y que a su vez busque aliados dentro de los países europeos para defender un presupuesto digno y adecuado para hacer frente a todos los retos a los que se enfrenta la agricultura europea.