Hoy a la mañana, pastores y sindicatos agrarios afectados por el tiroteo de cabras en Azkoitia han acudido a las Juntas Generales a escuchar la comparecencia del diputado foral Jon Peli Uriguen.
Aunque resumir y valorar la comparecencia en su integridad llevaría para largo, desde ENBA sí hemos estimado conveniente aclarar los siguientes puntos:
- El diputado Uriguen ha salido a la palestra política en un intento de cerrar este episodio, con un discurso salpicado de mentiras e inconcreciones y así, zafarse de la polémica, dándole a su actuación un tinte de normalidad y queriendo restarle importancia.
Con dicho objetivo ha recurrido a dos estrategias: en primer lugar, ha hecho gala de un pésimo corporativismo político (imitando la respuesta de determinados políticos ante excesos acometidos por sus empleados públicos) defendiendo acríticamente la actuación de sus subordinados, subrayando su condición de autoridad y rechazando cualquier atisbo de duda sobre su proceder. En segundo lugar, ha lamentado el excesivo eco que dicho episodio ha tenido en los medios y lo ha justificado, achacándolo al uso político desarrollado por los sindicatos agrarios.
Ante esta acusación, desde el sindicato ENBA queremos dejarle claro al diputado que nuestra organización está para defender a los baserritarras y que no está ni para defender a los empleados públicos ni para enzarzarse en el juego político interpartidista.
- La comparecencia ha dejado meridianamente claro que lo que no era más que un asunto civil entre particulares, propietarios forestales y pastores, ha acabado en una polémica política , única y exclusivamente, por la actuación foral, por cierto, una actuación desproporcionada, falta de razonamiento y con un claro incumplimiento de los procedimientos.
El propio director de Montes, Roke Akizu ha reconocido públicamente que “este tema era un asunto inter-particulares en el que la Diputación no debiera haberse metido” pero aún así, se entrometió, con el objetivo de defender las plantaciones de especies frondosas.
Nos queda la duda si la actuación foral hubiera sido de tal calibre si las plantaciones dañadas fueran de pinos en vez de frondosas.
- Los pastores y ENBA consideramos como algo muy grave que la Diputación se entrometa en un asunto civil entre particulares y decida, entrar en una propiedad privada y aniquilar el ganado.
En este sentido, desde ENBA y más teniendo en cuenta las vaguedades del diputado, aún seguimos esperando que la Diputación muestre la inexistente valoración de los daños acometidos por el ganado, que se justifique el silencio foral ante los requirimientos de la Ertzaintza y que se expongan los signos de “alarma social” en la que dice haberse basado para semejante barbaridad.
- En próximas fechas, los pastores y representantes de los sindicatos, hartos de la actitud foral se reunirán para hacer una valoración más sosegada de la comparecencia y decidir los pasos, incluso a acudir a la Justicia, a dar en el futuro.
Tolosan, 2014-09-26