La organización agraria ENBA acoge con escepticismo el convenio firmado la semana pasada entre el Ministro Miguel Arias Cañete con representantes de las industrias lácteas y las empresas de la distribución que bajo la denominación de Productos Lácteos Sostenibles pretende mejorar la percepción del consumidor de los productos lácteos como productos de alto valor nutritivo y de calidad.
El acuerdo alcanzado entre ministerio, industrias y distribución contempla que toda la leche se compre bajo contrato, que las industrias identifiquen la procedencia estatal de la leche que envasan y en el caso de la distribución, éstas empresas se comprometen a evitar acciones que supongan su banalización ante el consumidor y que afecten a la sostenibilidad de la cadena de valor.
Desde la organización ENBA valoramos positivamente la literalidad del acuerdo aunque estimamos que en algunos puntos se reduce a meras generalidades que crean una gran expectativa y no van a provocar más que una honda frustración y así mismo, opina que adolece de un estricto control del grado de cumplimiento de la actuación tanto de industrias (trazabalidad del producto con control en la propia planta) como de la distribución regulando, en el caso de las últimas, cuáles son los umbrales de precios que garantizan tanto la sostenibilidad de la cadena láctea como aquellas acciones de promoción que banalicen el producto ante el consumidor.
El convenio puede ser bien intencionado pero se queda a medio camino y puede quedarse en papel mojado si no hay un seguimiento y para ello, según ENBA, entre otras decisiones, es necesaria la presencia de las organizaciones agrarias en dicho Convenio.
Desde estas líneas apoyamos en su empeño al ministro Arias Cañete pero le rogamos una mayor audacia aunque en el camino se choque con la todopoderosa Comisión Nacional de la Competencia.