La organización agraria ENBA de Euskadi ante el acuerdo adoptado por los accionistas de la Corporación KAIKU por el cuál la empresa suiza EMMI amplia su mayoría hasta el 66% del capital quiere efectuar la siguiente valoración:
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Mostramos nuestra tristeza al certificar, una vez más, que las instituciones y entidades financieras del país van reduciendo paulatinamente su apuesta por nuestra industria agroalimentaria y cómo, ante la imposibilidad de la cooperativa KAIKU por incrementar su participación, es la empresa suiza EMMI, de base cooperativa, la única que apuesta por una empresa como KAIKU Corporación.
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Los ganaderos vascos estarán vigilantes ante la actitud que adoptará la empresa EMMI en esta nueva etapa y si bien confía en su hasta ahora demostrada apuesta por la leche autóctona, ante el desconocimiento del objetivo último de este movimiento accionarial, la organización agraria ENBA procederá a reunirse con los responsables de KAIKU Corporación para conocer la estrategia que se quiere llevar en el futuro y su incidencia en nuestras explotaciones.
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Denunciamos la actitud de la administración vasca, Gobierno Vasco, que mostrando una vez más su desinterés por todo lo relacionado con el sector primario ha primado su anunciada política de desinversiones y “hacer caja” frente a una política de apoyo a la industria del país y a las marcas de nuestra comunidad.
No es de recibo, en opinión de ENBA, que el Gobierno Vasco haya priorizado la recaudación de 12 millones de euros y no se haya trabajado en una solución de país y del sector posibilitando que la participación del Gobierno revierta en beneficio de los ganaderos.
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La división entre cooperativa KAIKU (100% ganaderos), industria IPARLAT (con mayoría de ganaderos y entidades del país) y la Corporación KAIKU (propietaria de la marca comercial KAIKU) posibilita que un movimiento accionarial como el acordado estos días no suponga una quiebra en el proyecto cooperativo trabajado en estos últimos años dado que, a nuestro entender, las principales herramientas son la cooperativa KAIKU que aúna y estructura toda la producción y la industria láctea IPARLAT que garantiza la transformación y comercialización de nuestra leche.
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No obstante queremos dejar bien patente que este movimiento accionarial y sus posibles consecuencias futuras no son del agrado de los ganaderos que representa ENBA. El movimiento accionarial no es malo en sí pero si es rechazable que unos y otros, unos por falta de músculo financiero (Cooperativa KAIKU, con unos ganaderos que siguen aportando para hacer frente a ampliaciones de capital anteriores) y otros por desinterés (entidades financieras) y por falta de proyecto de país (administraciones) una marca agroalimentaria señera como KAIKU esté liderada por una empresa extranjera. Confiemos que los malos presagios no se cumplan y que la empresa EMMI, atendiendo al espíritu fundacional de su base cooperativa, siga manteniendo su apuesta por nuestra leche y su vinculación con nuestra país, Euskadi.